Vamos a ver qué es el corretaje en los negocios, ventajas, cómo se desarrolla, el contrato, las comisiones. Y también veremos el corretaje bursátil y el corretaje inmobiliario.

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Qué es el corretaje en los negocios

El corretaje es casi tan antiguo como el ser humano. Consiste básicamente en actuar como un intermediario entre dos partes para que lleve a buen puerto un negocio.

La persona que realiza el corretaje se denomina corredor y lo que hace es informar a cada parte de la propuesta que realiza la otra parte. A cambio de su labor, recibirá una comisión previamente pactada de antemano.

Por tanto, cuando dos partes quieren cerrar un acuerdo o un negocio, acuden a un corredor para que realice el pertinente corretaje, mediante el cual informa a cada una de las partes de las propuestas de la otra, a fin de que se pongan de acuerdo y cierren el trato, cobrando por ello su oportuna comisión de intermediación.

En el mundo de los mercados financieros, el corretaje es algo muy habitual, es más, sin él no se podría invertir en Bolsa. ¿Y por qué? Pues porque para invertir se necesita un broker, el cual actúa como corredor y en realidad realiza las labores de corretaje.

En efecto, cuando queremos comprar o vender un activo en los mercados, lo que hacemos es lanzar órdenes de compra o de venta en nuestro broker y es éste el que actúa como intermediario ejecutando dichas órdenes que hemos lanzado, y a cambio nos cobra una determina comisión por cada acto que lleve a cabo, comisión que conocemos anteriormente.

La comisión que cobran los corredores en el mundo de los negocios puede ser una cantidad económica fija o bien un porcentaje de los beneficios o un porcentaje del negocio. Todo ello se negocia previamente. En el caso de un broker, la comisión suele ser un porcentaje del importe total de la operación que realicemos con él y varía bastante dependiendo del mercado en el que estemos operando y del tipo de broker que se trate, incluso en algunos casos del volumen de la operación en sí.

Pero sigamos viendo qué es el corretaje en los negocios. La labor del corredor no es únicamente la de trasladar a cada parte lo que propone la otra parte. También puede ofrecer asesoramiento en base a sus conocimientos y experiencia, así como ejerciendo cierta presión entre las partes para que el proceso de acuerdo y entendimiento entre ambas no se dilate demasiado en el tiempo.

Es por ello que un corredor profesional no puede ser cualquier persona. Además de la debida diligencia, honradez, paciencia, donde gentes y empatía, se requiere experiencia en el sector y una serie de conocimientos, generalmente de leyes, economía y números. Todo ello en base a poder ofrecer unos servicios con la profesionalidad debida y en aras del buen interés de las partes.

Qué es el corretaje inmobiliario

El corretaje inmobiliario es bastante similar al corretaje financiero y al del mundo de la Bolsa.

En el corretaje inmobiliario un corredor de bienes inmuebles ofrece sus servicios para que otras personas puedan comprar, arrendar o vender sus inmuebles. Par ello enseña las propiedades a personas interesadas en comprarlos o arrendarlos, aconseja sobre el precio a sus titulares, todo el tema del contrato, etc. A cambio de ello cobrará su oportuna comisión de intermediación.

Es cierto que a esta figura se la conoce más coloquialmente como agente inmobiliario o comercial de inmuebles, pero en realidad es un corredor y su labor es el corretaje de bienes inmuebles.

Qué es el contrato de corretaje

Una vez visto qué es el corretaje en los negocios, hay que saber que el contrato de corretaje sencillamente es el contrato por escrito que firman dos partes. Por un lado el corredor. Por otro lado la persona o personas que desean contar con sus servicios.

Todo el contenido del contrato vincula a ambas partes y es de obligado cumplimiento para cada una de ellas, ya que en caso contrario puede demandarse judicialmente al incumplidor. Entre otras cuestiones, ha de constar la comisión que cobrará el corredor y cómo, qué servicios ha de prestar, cuándo, cómo y de qué manera.

En definitiva, no deja de ser como cualquier otro tipo de contrato en que se dos partes pasan a tener derechos y obligaciones frente a la otra.

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