Vamos a ver qué es el indicador económico del sándwich de queso y huevo, el juego de las previsiones de los analistas, por qué no importan los movimientos promedio de los mercados y una cosita sobre el Bitcoin.

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El juego de las adivinanzas y previsiones de los analistas

Cada año, nada más comenzar, los medios de comunicación nos inundan con previsiones y más previsiones de casas de análisis, de brokers, de bancos de inversión, diciendo el precio exacto al que irá cada mercado y demás.

Yo no suelo sumarme a esa corriente, básicamente porque no lo sé. Pero es que ellos tampoco. Nadie. Otra cosa es ir analizando día a día o semana a semana, pero a un año vista nadie te puede decir a qué precio irá un mercado. Ya lo decía John Maynard Keynes: «más vale acertar aproximadamente que equivocarse con precisión».

En el 2022 no fue una excepción y prácticamente nadie acertó. Al comienzo del mes de diciembre de 2021 el precio promedio que daban para el S&P 500 era 4800-4850 puntos. Algunos incluso dijeron 5290 y otros 4390-4400 puntos.

Sí, el año tuvo elementos muy complicados como todos ya sabemos, pero oye, entonces que no jueguen a las adivinanzas.

Claro, a medida que va avanzando el año van también actualizando sus análisis y previsiones. Por ejemplo, en septiembre el precio promedio que daban pasó a ser de de 4300-4310 puntos y en octubre lo bajaron ligeramente por debajo de los 4000 puntos.

Así pues, ni yo voy a entrar a jugar a las adivinanzas y predicciones, ni te recomiendo que le eches mucha cuenta a eso.

Los movimientos promedio de los mercados no importan

Siempre escuchamos o leemos eso de que un mercado ha subido o ha bajado un promedio x en un tiempo determinado. Sí, son datos interesantes, de hecho yo suelo comentarlos habitualmente tanto aquí en mi blog como en los medios de comunicación donde escribo.

Pero vamos a ver por qué pese a todo es algo que hay que saber interpretar en su justa medida.

Por ejemplo, el S&P 500 en los últimos 72 años tiene un rendimiento medio de +9,2%. Eso quiere decir que podríamos decir que como promedio se suele mover un 8-10% anualmente. Insisto en lo de promedio. Pues fíjate que en esos 72 años tan sólo en 4 ocasiones ha tenido el S&P 500 un rendimiento del 8-10% y fueron en 1959, 1965, 2004 y 2016.

Si hablamos de años en los que el índice haya subido un +20% en los últimos 72 años, tenemos 20 ocasiones, de las cuales en rojo fueron en 1974, 2002 y 2008 (2022 se quedó a nada de tocar -20%).

Si cogemos ahora el Dow Jones tenemos que años con una subida del 5-10% son únicamente 11.

Por tanto, está muy bien eso de hablar de rendimiento promedio, pero luego años que en realidad hayan obtenido ese rendimiento son muy pocos tanto en el S&P 500 como en el Dow Jones. La explicación es muy sencilla y no hay que explicarla mucho: ese rendimiento promedio sale de coger rentabilidades mucho mayores y muchos menores y hacer la correspondiente media.

Efeméride del Bitcoin

Hace unos días, concretamente el pasado 3 de enero, se cumplieron 14 años de un hecho histórico, concretamente fue cuando se minó el primer bloque de Bitcoin.

En la siguiente tabla te dejo el rendimiento que ha tenido el Bitcoin desde el año 2010 al recién terminado 2022.

AñoRendimiento
2010+9900%
2011+1473%
2012+186%
2013+5507%
2014-58%
2015+35%
2016+125%
2017+1331%
2018-73%
2019+95%
2020+301%
2021+66%
2022-65%

Pero esta efeméride no ha llegado en buen momento. El último año se ha dejado un -65% en lo que ha sido su peor año histórico y el volumen de negociación en Binance se encuentra en mínimos relevantes. Obviamente no es algo exclusivo del Bitcoin, buena parte de las criptomonedas tampoco han tenido un buen año.

Y es que hay motivos para todo ello, sobre todo los últimos escándalos de fraude y demás. Basta escuchar lo que dijo JP Morgan hace unas semanas: «las criptomonedas son inexistente para la gran mayoría de los grandes inversores institucionales.» 

El indicador económico del sándwich de queso y huevo

Existen varios indicadores económicos curiosos y peculiares que ofrecen una valiosa información acerca de la evolución de la economía de un país.

Uno de ellos es el indicador Big Mac creado por la revista The Economist y que se basa en la famosa hamburguesa de McDonald’s Big Mac que ya lleva entre nosotros 36 años desde que se crease a mediados de la década de los 80.

Pero también hay otro original, se trata del indicador del sándwich de queso y huevo que se vende en Pret A Manger.

Mira, el Pret a Manger, (popularmente conocido como Pret), es una cadena internacional de comida rápida conocida especializada en la preparación de sándwiches (la mayoría cortados en triángulos, algo típicamente británico) y su propio café. La primera tienda nació en 1986 en Londres, ahora, hay más de 460 en todo el país, y en especial en Londres, donde hay más de 300. También hay en otros países (46 en Francia, 81 en Estados Unidos).

Pues bien, este establecimiento aporta una información valiosa sobre la evolución de la economía mundial, ya que se encuentran ubicados en el perímetro de aeropuertos y zonas financieras.

El indicado comenzó a utilizarse a primeros del 2020 como indicador para ver los hábitos de consumo. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2021 la venta de sus sándwiches cayeron con fuerza en Londres un -40% reflejando que el teletrabajo a causa del Covid estaba haciendo estragos en muchos sectores de consumo.

También reflejó cómo tras lo peor de la pandemia la normalidad regresó a nuestras vidas, incrementándose el indicador con fuerza debido al aumento sustancial de la demanda de viajes en avión.

Y no sólo eso, este indicador también sirve para comparar la economía entre ciudades. Esto lo vemos por ejemplo en que reflejó que la hostelería en New York necesitó de más tiempo para regresar a niveles de normalidad que la hostelería de Londres.

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